Los cónsules honorarios tienen funciones para defender los derechos e intereses del Estado portugués y sus nacionales.
Los cónsules honorarios no son competentes para realizar actos consulares; sin embargo, en ciertas circunstancias excepcionales y bien fundadas, se puede permitir que los cónsules honorarios realicen el registro de votantes, el registro civil y los actos notariales y emitan documentos de viaje.